1.
Un día más estoy tumbado en la cama sin dormir. Es la hora. He de levantarme, hoy empiezo las prácticas en un hospital como revisor industrial, cinco minutitos más...
Miro la hora de nuevo... ¡Mierda! ¡Me he dormirdo! Llego tarde. Me levanto a toda prisa y mientras me visto a trompicones por el pasillo con las primeras prendas que encuentro voy devorando una de esas enormes magalenas del Mercadona. Salgo a toda prisa peinándome con la mano, llego al portal y echo mano al bolsillo para coger el móvil y llamar al hospital diciendo que hay un atas¡Joder! ¡El móvil! Subo los escalones de dos en dos, de cuatro en cuatro y... ¡Zasca! Sin querer he golpeado a una persona. Anda, si es la vecina del segundo. De repente no pensé en nada, se creó un intervalo silencioso un tanto molesto en el que ninguno pudimos articular palabra ¿Por qué soy tan patoso Señor?
-¡Uy! Perdona, no me había fijado en que subías, iba como una moto pensando en mis cosas.- Fueron las primeras palabras que consiguió balbucear. Pude entenderle a partir de "iba como una moto..." el resto lo reconstuí intuitivamente mientras continuaba la conversación.
-No pasa nada, me llamo Adam.-Me presenté.- Soy tu vecino, el del tercero B. Encantado de conocerte.
-¡Hola! Yo me llamo...No la dejé terminar. -¡Erleen! -¿Cómo te sabes mi nombre? -Preguntó. Por la expresión de su cara quedó extrañada porque parecía que nunca me había visto antes.
-Sí, lo pone en tu carpeta - La verdad es que siempre me fijo en todo y en esta ocasión fui bastante astuto.-¡Ah, sí! Es verdad, no me había dado cuenta de que lo tenía puesto. Eh, lo siento Adam, pero tengo mucha prisa.- Me dijo nerviosa.
-No te preocupes, ya nos veremos más veces por aquí.- Le prometí.
-¡Claro que sí!- Afirmó efusiva ¿Será un indicio de...? Náh - Encantada de conocerte.
Me quedé como un tonto viendo como salía escaleras abajo y de repente... ¡El móvil! Fuí a por el y salí lo más rápido que pude. Atravesé el portal y corrí hacia la boca del metro. ¡Cachis la mar! Llegando yo y saliendo uno, bueno esperaré al próximo, total, diez minutos más, ya llego tarde igualmente. Me puse los cascos del mp4 y empecé a escuchar música, estaba aburrido de mi biblioteca musical y conecté la radio. Escuchemos los 40, es música comercial pero me entretendrá... No podía sacarme a esa chica de la cabeza, es tan guapa, su cara es increíblemente preciosa, con ojos atigrados con y tez blanca y suave. Increíble ...
-¡La cantante Erleen Perry actuará en Madrid!- Mierda de noticias, ¡que quiero sacarme a la chica de la cabeza, no atontarme con ella! Inmediatamente volví a mi biblioteca y puse esa cancion de Evanescence que tanto me relaja " My Inmortal". Llega el tren del otro andén, como es costumbre, me fijo en la gente que viaja dentro, ¿Dónde irán?¿Qué irán a hacer? Mira, ya se va y yo aún esperando. Sin querer me fijo en un anuncio de Emporio Armani en el que solo se pueden leer las siglas E A. Irremediablemente las relaciono con lo sucedido Erleen, Adam... No no no, eso no puede suceder, por lo visto es mayor que yo y creo que hasta tiene novio. El viaje se me hizo interminable pero al cabo de unos extensos cuarenta minutos llegué a mi parada, corro hacia el edificio principal del hospital y localizo el puesto de información. Allí está una mujer atendiendo al teléfono.
- Muy buenos días, vengo a empezar las prácticas con el Doctor Alexander, ¿podría indicarme donde se encuentra?
- Buenos días. Por supuesto, primera planta última puerta a la izquierda. Ya le está esperando allí el doctor con su compañera.
- Muy bien gracias.- Contesté agradecido.
¿Compañera? Nadie me había hablado de eso. No me costó encontrar la consulta. Me planté ante la puerta, respiré con fuerza y allá voy, toqué en la puerta.-¡Buenos días! Disculpe, creo que llego con dos minutos o tres de retraso, tenía el reloj un poco atrasado con esto del cambio de la hora y se me había despistado del todo. Mi nombre es Adam y voy a ser su mano derecha. Soy el nuevo chico de prácticas. - Dije con tono convincente para que se diera cuenta de que era una persona con dos dedos de frente.
¡No me lo puedo creer! Si es Erleen, para más Inri tendré que compartir trabajo con ella... Me saludó con una sonrisa y un balanceo de su mano derecha.
- Buenos días, no se preocupe Adam, hoy no llevamos prisa, adelante tome asiento.
Atravesé el despacho con la garganta hecha un nudo.
-Esta es la señorita Erleen, está aquí haciendo las prácticas de medicina.
Hice como si no la conociera para aprovechar y que me diera los dos besos, no sé porqué pero me siento un poco aprovechado.
- Encantado de nuevo. - Dije.
- Jeje... Lo mismo digo
En cierto modo, el transcurso del día fue más discreto de lo que me imaginaba, ya que pensé que tendríamos más encontronazos como el de esta mañana pero no, no sé si fue por desgracia o por fortuna pero ella me evitaba. Algo de lo que pude darme cuenta fue que cada vez que coincidíamos ella se sonrojaba, indicio de su timidéz, nada más.¿Nada más?... ¡Imposible!, no puedes gustarle. ¿Qué hago pensando estas tonterias? ¡Adam vuelve al trabajo!
Bueno, fin del primer día. De repente la ví pasar apurada por delante del mostrador en el que esta mañana me habían indicado el camino. Atravesó la puerta y... -¡Erleen!- La llamé. Giró sobre sí misma bruscamente como buscando a quien le había llamado, viendo que no conseguía diferenciarme de entre la muchedumbre decidí acercarme y seguir con el encuentro.
-¡Ains, perdona por haberte interrumpido!
-No te preocupes. No hacía nada, tan solo salía del hospital. - Dijo con una risa nerviosa. De repente, sin ser consciente noté cómo se me iban calentando las mejillas y empezaba a emanar un sudor frío. ¿Qué está pasando?
- Ya, tambien es verdad. - Contesté, esta vez era yo el de la risa nerviosa... Qué ocurrente mi comentario, ¿¡de verdad que soy genial en esto eh!?
Los dos hicimos como un ademán de empezar a hablar, nos miramos, sonreímos y dejé que ella continuara.
-¿Vas en coche? -Me preguntó. ¿Que hago? Si le digo que sí... Puede que me vea en el metro y quedaré como un mentiroso pero si le digo que no puede que me diga de ir con ella y... ¡Dios que vergüenza!
-No, que va. No tengo coche. Iré en metro de la misma forma que vine esta mañana. No es lo más cómodo pero es bastante rápido. - Me sinceré. -¿ Y tú?
-Pues yo voy en coche. Lo traje esta mañana. ¿Quieres que te lleve? - ¡Lo sabía! Tierra trágame. -Vivimos en la misma casa. Bueno quiero decir, en el mismo edificio. - No pude evitar sonreír.
-Hombre, no me gustaría molestarte pero si me hicieras ese favor, te lo agradecería mucho. - Conseguí balbucear.
-¡Hecho! Lo tengo por ahí. - Contestó enérgicamente.
Tardamos alrededor de treinta minutos, quizá treinta y cinco, en llegar. Sin lugar a dudas me equivocaba, pensé que sería peor pero noté como nos íbamos conociendo mucho más y bastante rápido por cierto. Coincidimos en muchísimas cosas; el estilo de música, de vestir, la comida,la fotografía, la lectura, entre otros muchos aspectos. Sinceramente, creo que me estoy replanteando esto de que me esté empezando a gustar... Es que es tan... Ideal, esa es la palabra.
En el coche tocamos temas como por ejemplo cómo había sido nuestro paso por las universidades, qué marca de cámaras preferíamos, si Nikon o Canon (Nikonistas de sangre, algo más en lo que coincidimos) y mucha más parafernaria y bueno, nuestra conversación se extendió sin darnos cuenta de que ya habíamos llegado a nuestro edificio. Qué pena, me hubiera gustado ir y volver de nuevo al hospital solamente por seguir hablando con ella pero, qué se le va a hacer. Me bajé del coche y la esperé en el rellano, la acompañé hasta su puerta y rápidamente subí a mi casa. Entré, cerré la puerta y apoyé la espalda en ella mirando al techo. ¡Cómo me ha calado esa chica! ¡Es fenomenal! Miré al suelo y sonreí. Solté las llaves y el maletín en la mesilla de la entrada. Me dirigí hacia la cocina y encontré un "tupper" de mi madre con una notita que ponía:
Cielo, te he hecho estos macarrones porque sabía que hoy estarías todo el día en el trabajo y no te daría tiempo de hacer la cena. Espero que lo disfrutes. Come mucho hijo, que debes hacerte un hombre de provecho.
Te Quiero mucho.
Mamá
Continuará.
Albertooooooooo! en seriooo escribes genial Elena tú también lo haces muy bien.. en serio me gusto muchooo! Alberto ya me contarás la versión verdadera xD Y cuando haya 2ª parte avisameeeeee xD Jajaja
ResponderEliminarPD: Soy Faraah xD Alberto supongo q tú lo sabías xD
Muchas gracias Farah, me alegro que te guste nuestra historia. Yo por lo menos ya tengo mi segunda parte, porque yo empecé la historia antes que él y ya tengo hasta el 6º, casi 7º, capítulo. Ahora le falta a él continuar escribiendo para ir a la par para subirlos :)
ResponderEliminarMe encanta esta idea de escribir el punto de vista de Adam ! vaya par de cracks estais hechos^^
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